Los mismos que hace dos capÃtulos nos quedábamos absortos  y temblamos de miedo al contemplar al Gobernador observando la cárcel con una sonrisa de futura venganza, nos hemos quedado un tanto descolocados al ver el episodio siguiente en el que, convertido de nuevo en Brian, este maligno personaje muestra lo mejor de sà mismo, sacando a flote su lado paternal para proteger a una familia en la que hay una niña pequeña que le recuerda demasiado a su hija.
Suponemos que eso es un flashback, es decir, que es una imagen anterior a esa mirada de planear algo malo que tanto nos habÃa helado siete dÃas antes, por lo que se intuye que algo gordo pasará que haga desistir al Gobernador en recuperar el camino derecho que tenÃa antes del apocalipsis, que perdió durante su mandato en la ciudad vallada y que parecÃa estar recuperando de nuevo.