Que el cine español no gusta a los españoles es algo que no nos resulta nuevo. La verdad es que tenemos muy buenos directores y actores de gran calidad y con gran proyección internacional, pero el producto final no acaba de triunfar en nuestro paÃs. Los cines españoles ocupan sus mejores salas y dedican sus principales esfuerzos a promocionar las pelÃculas americanas, que son las más vistas y las que más recaudación dejan año a año.
Pero es curioso que esto no pase con las series. En este mundo televisivo ocurre todo lo contrario. Si se realiza un pequeño estudio de las audiencias de televisión diarias se puede observar que las series españolas suelen vencer holgadamente a las series estadounidenses.
Hagamos esta comparativa con la programación que se emite en la actualidad en la televisión.
Quitando los lunes donde CSI está afincada en el primer puesto de audiencia desde que llegó a España (aunque este lugar de privilegio se vio amenazado la semana pasada con el estreno de FÃsica o QuÃmica), el resto de los dÃas las series españolas se imponen con claridad a las extranjeras. Los martes, tanto los Hombres de Paco como Los Serrano son más vistos que House. Los miércoles Sin Tetas no hay paraÃso no tiene rival frente a AnatomÃa de Grey y Reaper. Y los jueves Sin rastro y Bones no pueden hacer sombra a la incansable Cuéntame cómo pasó.
Es por ello que la mayorÃa de los protagonistas de las series las abandonan para dar el salto a la gran pantalla. Los productores intentan aprovechar su gran tirón televisivo para tratar de ganar adeptos en el cine. En ocasiones funciona, en otras no. El motivo, que encasillamos al personaje en su papel en la serie. Suelen ser muchos años viéndole realizar un papel y luego nos cuesta sacarle de ahÃ.