Los cambios que Denise ha introducido en el negocio de su tÃo han sido fructÃferos y pronto los otros pequeños comerciantes comienzan a interesarse por ellos. Por este motivo, la joven les sugiere trabajar juntos para poder competir con los productos de GalerÃas Paradise.
Por su parte, Katherine Glandenning se encuentra inmersa en los preparativos de su boda y acude a los grandes almacenes para hacer unas compras. Ahora que ve más cerca su matrimonio con Moray intentará hacerse su sitio en el negocio, lo que no será bien visto por algún trabajador de las GalerÃas Paradise.
Uno de ellos es Jonas, quien la sorprende intentando deshacerse del retrato de la difunta esposa de su prometido. El hombre, quien la tuvo siempre en gran estima, trata de disuadirla y hacerle entender que no es una buena idea que intente reemplazar a Helene. Ella se enoja a causa de su impertinencia y Moray tiene que ponerlo en su lugar.
Mientras tanto, en la acera de enfrente, Denise logra que las ventas de los artesanos se incrementen gracias a su astucia. Sin embargo, pronto salta la noticia de que Miss Glandenning ha escogido para su vestido de novia un satén de color azul llamado «tinta de medianoche» y todas las clientes corren a hacerse con algo de esa tela por lo que se acaban las existencias en El ParaÃso.
Denise, que es muy inteligente, anima al resto de comerciantes a comprar toda la tela a los proveedores de «tinta de medianoche» para ser los únicos que dispongan de ella en toda la ciudad y asà atraer clientes. Lo cierto es que logran su objetivo y Katherine entra en cólera al ser consciente del plagio de su vestido y de la indiferencia con la que Moray se comporta al respecto. Sin embargo la cooperativa de artesanos termina por disolverse debido a los egoÃsmos de cada uno de ellos.
Más tarde, durante un encuentro entre la joven y Moray, éste le confiesa los sentimientos de culpabilidad que tiene a causa de la discusión que su primera esposa y él mantuvieron antes del fatal accidente de Helene. Denise intenta consolarlo y se aprecia el acercamiento cada vez más evidente entre ambos. Da la casualidad de que Lord Glandenning paseaba a caballo por la misma zona y los observa con desconfianza. Todo parece torcerse a solo un capÃtulo del enlace entre John y Katherine.