Espectacular midseason de ‘Gran Hotel’

La andadura de segunda temporada de ‘Gran Hotel’ no ha sido fácil. A pesar de haberse enfrentado todas las semanas a ‘La Voz’ su audiencia ha sido muy fiel y siempre se ha mantenido en torno a los 3 millones de espectadores. Quizás por eso Antena 3 optó finalmente por no trasladar la serie a la noche de los jueves y permitir que continuase compitiendo frente al talent show de Telecinco.

La estrategia de Antena 3 con ‘Gran Hotel’ era arriesgada. ‘La Voz’ sumaba seguidores cada semana gracias a esa amalgama de candidatos a triunfitos, coaches sobreactuados y Twitter, red social donde la chanza a costa de los anteriores siempre está asegurada. No obstante, la jugada no les ha salido mal gracias a la fidelidad de sus fans y a la calidad de la serie de Bambú Producciones, muy por encima del resto.

Anoche cerró con un capitulazo hasta enero, cuando regresarán para atar los cabos sueltos de esta segunda temporada en la que predomina la intriga, el engaño y el romance.

La mentira siempre ha estado presente en el Gran Hotel. Los Alarcón son un clan que se alimenta de los embustes y las apariencias y hacen de todo ello su medio de subsistencia. El problema es que la verdad siempre sale a la luz y las argucias a la larga traen consigo más enemigos que amigos.

Lo hemos podido comprobar con las constantes maquinaciones de doña Teresa, ya sea con su «nieto», con su sobrino Gonzalo, con sus hijos o con quien se le ponga por delante. Todo ello acaba salpicándole aunque menos de lo que debiera. Quien si terminan empapados son el resto de personajes y especialmente su círculo más cercano: sus hijos.

Alicia está atrapada en un matrimonio angustioso con un hombre inseguro y posesivo que se inmiscuye constantemente en sus asuntos. Cuando no lo logra se desestabiliza y es cuando más peligroso se vuelve, no sólo para la protagonista sino para Julio quien la ayuda en todo lo que puede para descubrir la verdad acerca de su difunto padre, don Carlos, o para averiguar quién intentó asesinar a su medio hermano Andrés. Si bien la primera trama tuvo más peso que la segunda.
Sus investigaciones han hecho que la atracción entre ambos sea más fuerte y evidente para los demás, poniéndolos en peligro a los dos.

Por otro lado, Sofía ha engañado a su esposo durante todo este tiempo siguiendo los consejos de su madre. Fingió su embarazo y logró hacer creer a Alfredo que el bebé era suyo pero todo se ha ido al traste cuando Belén intercambia a los niños cuando uno de ellos muere. Al intentar quedarse con Alejandro, la doncella destapa toda la verdad y Alfredo se entera de que todo ha sido una burda estafa ideada por su propia familia. Él se aleja de ellos aunque continúa como director del hotel y Belén es castigada cruelmente por doña Teresa delante de todo el servicio antes de ser despedida y arrojada a la mendicidad.

Por su parte, Andrés se siente manipulado y traicionado por Belén pero a pesar de todo continúa queriéndola. Sin embargo su esposa se marcha sin él. Ya puede esforzarse doña Ángela para que su hijo abra los ojos que de poco sirve. Es el personaje que menos ha evolucionado hasta la fecha.

Pese a todo el último capítulo de la temporada me pareció muy entretenido y resolvieron algunos de los secretos que se forjaron durante toda la primera temporada. Para la próxima tanda de capítulos, que verán la luz a principios del 2013, nos tienen reservados el misterio que envuelve a la muerte de don Carlos Alarcón y la identidad del acosador de Andrés entre muchos otros enigmas.

Más información – Gran Hotel continúa en la estela del éxito

Fuente – Elaboración propia
Foto – Vayatele en Google Imágenes

 

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