‘Águila Roja’: gazapos históricos, líos de faldas y adoctrinamientos varios

Tras una etapa donde en la televisión sólo podíamos optar entre series de policías o de médicos apareció ella: Águila Roja. Un producto de aventuras ambientada en el Siglo de Oro, una época muy fecunda de la Historia de España en todos los sentidos. Tenía todos los ingredientes para ser un rotundo éxito y así ha sido en cuanto a audiencia. Cada capítulo emitido encumbra a la serie a ser lo más visto del día en que se emite. Pero ¿podemos decir lo mismo en cuanto a su calidad? La respuesta es no. Un no alto y claro.

 Desde que comenzó ‘Águila Roja’, la serie ha ido degenerando en un montón de despropósitos. El rigor histórico brilla por su ausencia y me provoca sonrojo cada vez que veo una metedura de pata para ser la superproducción española que nos han querido vender. En todas las temporadas hay locuras históricas que se podrían subsanar con un libro de Historia o una enciclopedia.
Ante tal disparate, sus responsables se apresuraron a decir que la serie no pretende ser fiel a la Historia y fue calificada como una «ficción histórica».  No es necesario que la realidad histórica sea sacrificada en virtud de la ficción si es posible que las dos vayan de la mano.

A raíz del último capítulo me ha sido inevitable preguntarme ¿cuántos curas indeseables hemos visto ya en la serie? El último el enviado del Vaticano que a cambio de ayudar al Cardenal Mendoza pide violar a la cándida Irene. Y claro, el tío de la muchacha, que es otra joyita no plantea problemas.
El Cardenal es un asesino, mujeriego, extorsionador… pero no está sólo en la villa. Junto a él se encuentran todo un grupo de sacerdotes misóginos, maltratadores, degenerados y un inquisidor gay. A Globomedia no le deben gustar mucho y nos lo hacen saber de todas las maneras que se les ocurre para que compartamos su opinión. Pero no hace falta que sea tan descarado y con tanta frecuencia. ¿De verdad no había ningún sacerdote bueno en todo Madrid?

Si estáis pensando en Agustín el fraile volador de la primera temporada: error, porque no era fraile de verdad y encerró a la madre biológica de Gonzalo de Montalvo, contra su voluntad, en una torre cual Rapunzel.  Acabó crucificado en la copa de un árbol por orden del Cardenal Mendoza. Desde luego, palos a la Iglesia Católica no faltan. Se podría pasar por alto en una cadena privada pero Televisión Española es la cadena pública que pagan todos los españoles, incluídos los católicos…

¿Y qué fue del ‘Águila Roja’ que buscaba su verdadera identidad? La trama que un día se intuía como principal ha pasado a ser secundaria debido al triángulo amoroso entre Margarita-Juan-Eugenia, seguido del de Gonzalo-Margarita-Juan… sin olvidar el de Hernán- Irene-Martín y las intermitente relaciones entre Sátur con Estuarda por un lado y Lucrecia y Hernán por otro. Le ha pasado lo mismo que a ‘Tierra de Lobos’ en Telecinco.

 Total, que entre gazapos históricos vergonzosos, líos de faldas de telenovela e intentos de adoctrinamiento ‘Águila Roja’ se ha convertido en una serie completita. Esperemos que algún día recupere el rumbo que perdió hace tiempo.

2 comentarios en «‘Águila Roja’: gazapos históricos, líos de faldas y adoctrinamientos varios»

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