Para que no lo olvidemos. Ése era el lema con el que Telecinco ha justificado la realización de la miniserie de dos capÃtulos acerca del mayor atentado terrorista en Europa y España: el 11-M. Lo cierto es que resulta imposible olvidar una masacre asÃ, pero no ocurrió lo mismo ayer con el estreno de la primera parte de la tv movie ya que, según los datos ofrecidos por Kantar Media, logró sólo un 14,1% de share frente a TVE y el 18,9% de «Los misterios de Laura». Los espectadores olvidaron poner la pelÃcula polémica del mes que ofrecÃa Telecinco tras ‘Alakrana’ o ‘Vuelo IL 8714’. Y es que muchos han calificado la insistencia de la cadena de Fuencarral en hacer pelÃculas sobre tragedias humanas como apologÃa del morbo. Probablemente debido a la escasez de tiempo que ha transcurrido desde que los hechos de estos diferentes dramas humanos ocurrieron y debido a la probable reapertura de unas heridas aún sin cicatrizar.
La serie de Telecinco comenzaba señalando que el guión está basado exclusivamente en las sentencias de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo sobre el macrojuicio del 11-M. Quizás una maniobra de la cadena y de Plural Entertaiment para no mojarse con su opinión sobre los hechos. El guión, en general, está bien construido pero a veces da la sensación de que la pelÃcula se hace demasiado larga. Pero lo más llamativo de la pelÃcula es que, al ajustarse a la versión oficial del suceso recogido en el sumario judicial, se hace hincapié en unos hechos que se han dado como oficiales pero que están siendo muy cuestionados desde varios sectores periodÃsticos. Y que inevitablemente dan que pensar.
En el blog «Los enigmas del 11-M» de Luis del Pino, a raÃz del visionado de la pelÃcula, se recogen algunos de esos hechos de la versión oficial que hoy se cuestionan. Por ejemplo,  este blog dice que «en la pelÃcula podemos ver cómo los terroristas disparan desde el piso de Leganés a los policÃas que rodean el piso. Pero se omite que, en realidad, ni en la calle ni en el piso se encontró ningún casquillo de los subfusiles con los que supuestamente disparaban esos terroristas». Añade también que «en la pelÃcula se observa cómo se recibe en el periódico ABC un fax manuscrito en árabe supuestamente enviado desde el piso de Leganés. Pero se olvida el guionista de contar que en el piso de Leganés no apareció ninguna máquina de fax después de la explosión».
Desde luego, el primer capÃtulo de la miniserie no ha dejado indiferente a quienes lo han visto. Veremos si el desenlace tiene mejores resultados que la primera parte o por el contario termina de desplomarse.