Con un disparo. Asà acabo la semana pasada UCO. La abuela del toxicómano retenido decidió contar a los secuestradores que la Sargento Ardún era Guardia Civil, por lo que hubo un disparo.
Momentos de tensión y semana de incertidumbre por saber lo que habÃa pasado y si habÃa alguien herido. La bala fue a parar al hombro de la Sargento, que resultó herida. El atraco se estaba complicando cada vez más a los secuestradores, a los que se les estaba yendo el asunto de las manos.
Los atracadores querÃa la furgoneta para poder escapar, y la Guardia Civil estaba retrasando su llegada para asegurarse su captura. Además, tenÃan perfectamente controlado al topo que les estaba ayudando desde fuera, por lo que accedieron a sus pretensiones.
Antes, uno de los atracadores, Jacobo, el mismo que habÃa dado el chivatazo de que en esa oficina habÃa un dÃa determinado de la semana en que se depositaba mucho dinero, recibió noticias del exterior de su familia. Se sintió mal y prefirió entregarse a la policÃa, ya que no querÃa ser un fugitivo toda la vida.
El otro continuó adelante con el secuestro. Liberó a todos los presos menos a la madre del niño Bernardo, a la que utilizó como Chofer y escudo, hasta llegar al lugar donde habÃa quedado con el topo. Una vez allÃ, la dejó en libertad sana y salva.
Los dos ladrones llegaron a una nave industrial donde tenÃan pensado repartirse en botÃn y comenzar una nueva vida. No se pusieron de acuerdo en como repartir el dinero y se pelearon. Lo que no sabÃan es que no iba a servir de nada porque la Guardia Civil, encabezada por el Teniente Sierra les habÃa seguido hasta el polÃgono industrial.
AsÃ, hubo final feliz. Los malos a la cárcel y sólo un herido leve en el secuestro. Una serie entretenida, aunque nada parecido a su predecesora, Desaparecida. La trama de la familia Marcos me pareció mucho más elaborada y entretenida. Algo que no estábamos acostumbrados a ver. UCO, por el contrario, me ha parecido una solución rápida y poco trabajada. Esperemos que los siguientes capÃtulos sean algo mejores.