(Puede contener SPOILERS)
Solo hay una palabra para definir el 4×05 de The Walking Dead, y esa es «capitulazo».
Y es que en este episodio hemos podido ver acción por un tuvo y momentos verdaderamente decisivos.
Todo comienza con la noticia que Rick cuenta a Maggie como si tal cosa: Carol ha sido deportada por su doble asesinato que nadie conoce aún. Se le ha facilitado un coche y alimentos y se ha ido para no sufrir la cólera de Tyresse en caso de que éste llegue a enterarse de su autorÃa en los crÃmenes.
En el pabellón de los enfermos las cosas siguen yendo a peor y pese a que los esfuerzos de Hershel por ayudar salvan muchas vidas los virus malignos restan muchas otras y pronto se convierte aquello en un campo de zombis con muerte y destrucción por doquier, con Glenn agonizando en una celda entre varios caminantes.
Afuera la cosa no es mejor: una de las vallas ha cedido y Rick y su hijo Carl se enfrentan a una gran horda a la que derriban a balazos no sin alguna que otra dificultad.
Finalmente, Glenn se salva con ayuda de Maggie y de Hershel. Las bajas han sido numerosas pero el comando que habÃa ido a por medicinas encabezaso por Daryl regresa y parece que la paz puede llegar a reinar de nuevo…
Pero la última escena es la de un agazapado Gobernador observando la localización de la cárcel con una sonrisa que indica que algo está tramando y que será a corto plazo…
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